Esta chica que ven abajo no es la humanización de la Bruja Avería, no. Esta tía, esta friki, ha escrito una de las mejores novelas que nos podemos echar a la espalda en estos últimos años. No, no es española, que más quisieramos que alguien en este país escribiera así sobre nuestro pasado más doloroso y reciente... es finlandesa, ya sé, es difícil de situarlo por allí arriba en el mapa para muchos, y su nombre ... es para que no lo olviden: Sofi Oksanen. Tampoco el título de su novela, Purga.
Y ¿de qué va Purga? Pues va de casi todo. Bajo el marco temporal de la II Guerra Mundial, la ocupación soviética y la caída de la URSS en Estonia, Purga es una denuncia, a través de un drama familiar contado a lo largo de tres generaciones, de la condición de la mujer, que siempre es la víctima no importa que sean los nazis, los soldados rusos o los proxenetas de ahora los que llamen a la puerta. Oksanen nos relata sin la más mínima exageración o afectación, con una aproximación muy original hacia los hechos que cuenta, que las mujeres son las más fuertes, las capaces de soportar cualquier cosa que un hijo de puta les haga y por eso mismo, se produzca la triste paradoja de que son la víctima perfecta. Y su estilo es personal, opuesto a un escritor que quisiera haber tomado parte de los hechos horribles que relata, pero tampoco los explica de manera distante. Es una perspectiva perfecta. En pleno estado de gracia. Con un estilo simple y parco. Y por ello mismo, consigue dotar de mayor intensidad a la historia de las hermanas Tamm y sus descendientes femeninas.
Es una novela sobre la traición, la persecución generación tras generación, la supervivencia y la justicia. Es también una crónica casi apologética, en esta sociedad tonta y digital, sobre la vida campestre y su dureza emocionante llena de patatas, remolacha y vacas que ordeñar. La profusión de estos detalles cotidianos sin resultar jamás pesado, dota de una gran profundidad a la historia sirviendo de un original contrapeso a la trama. Y sobre todo, Purga es el relato de una de las historias de amor frustrado más emocionantes que he podido leer últimamente sin un atisbo de ñoñería, cursilada o candados en puentes.
Es una novela sobre la traición, la persecución generación tras generación, la supervivencia y la justicia. Es también una crónica casi apologética, en esta sociedad tonta y digital, sobre la vida campestre y su dureza emocionante llena de patatas, remolacha y vacas que ordeñar. La profusión de estos detalles cotidianos sin resultar jamás pesado, dota de una gran profundidad a la historia sirviendo de un original contrapeso a la trama. Y sobre todo, Purga es el relato de una de las historias de amor frustrado más emocionantes que he podido leer últimamente sin un atisbo de ñoñería, cursilada o candados en puentes.
Un libro que permanece, que permite múltiples lecturas e interpretaciones. Me atrevo a decir que va a ser un clásico. Un libro hermoso y brutal. Un novelón heredero de lo mejor del pasado y de lo mejor del presente. La Sofi tiene el listón muy alto con sus treinta y pocos. A sus pies.