Conoci a Rafael Pinedo por los blogs literarios de moda. Todos poniéndolo muy bien, sobre todo por Plop. En mi libreria favorita de Palma de Mallorca, Babel, me topé con Frío buscando Plop. Y me lancé. Este autor gusta de monosílabos para sus títulos. He de decir que me bebí el libro en plena tormenta de nieve y aquello convirtió su lectura en una experiencia total. Tiritando...
El libro deja huella sobre todo por el personaje principal y su psicología. Un entorno agobiante y parco en alternativas, un ambiente opresivo y un estilo sin apenas retórica hacen de este libro todo un reto técnico que en mi opinión se ha resuelto con demasiada premura.
La maestra reprimida sexualmente con sus fantasías trasnochadas, su fe basada en el terror a Dios, su aparente debilidad que esconde una fuerza enorme y sobre todo su instinto de supervivencia que hace que adapte sus ritos religiosos a su nueva realidad, a las legiones de ratas que han poblado una escuela abandonada en medio de la nada donde ella se ha refugiado de un invierno constante y helador, me ha resultado interesante. Si bien es un personaje nada novedoso, resulta una mezcla de estereotipos, mantiene el pulso con sus acciones y reflexiones que muestran temas subyacentes: la religiosidad como sublimación de una vida no vivida, la convivencia-supervivencia, los rituales que dan seguridad y el sexo omnipresente en la psique humana. El libro nunca se convierte en reflexivo siendo para mi una cualidad de esta novela. Pero en mi opinión el final es muy abrupto.
En efecto, el libro tarda en meter al lector en su ritmo y cuando finalmente lo hace (para mi el punto culminante es la creación del Cristo de las Ratas) ¡zas! acaba incluso sin un final abierto. Claro que mantener una trama con una economía de recursos y argumentos es una proeza pero que se lo cuenten a Buzzati mismo.
En definitiva un libro complejo que cuando empieza a arrancar acaba. Un Frío que al final deja un tanto frío y con ganas de saber más de lo que podría haber hecho su personaje principal.
Seguiremos con Plop, me imagino.
Seguiremos con Plop, me imagino.