Mes de junio. Mitad del año y creo que he leído una de las mejores novedades del panorama actual y no es español ni precisamente nuevo, al menos en su país de origen: Compañía K del excombatiente de la Gran Guerra William March.
Es un libro, señores, total y fragmentario. Y es total porque es fragmentario. Me explico. Existen dos maneras de intentar hacer un libro total: escribiendo todo y dormir al personal sin dejar ningún resquicio de imaginación al lector, tipo novela de mil páginas de descripciones eternas y pajeras que acaba fracasando o escribiendo partes de lo que se quiere contar pero de una manera que el lector construya en su mente el resto de lo que el escritor quiere reflejar. Esto segundo es lo más difícil, hacer al lector coautor del mensaje haciéndole asumir y entender mucho más de lo que lee (también requiere de lectores inteligentes). Y March consigue esto a base de contar, insisto, de manera fragmentaria y en primera persona breves trozos de vida y anécdotas de los más de cien miembros de la compañía K del ejército estadounidense (cada uno con su capítulo en primera persona) en la más que cruel I Guerra Mundial para así darnos un fresco de la sinrazón de la guerra, de la estupidez de las jerarquías, de la falacia de los ideales como el patriotismo, del horror de las acciones bélicas que llevan a la muerte, amputación, mutilación o locura.
March va estructurando las anécdotas de los soldados y oficiales a lo largo de tres momentos: antes de partir a la guerra, durante la contienda (con énfasis en un fusilamiento terrible) y la posguerra. Y no sabe qué momento es peor para los soldados, si la inocencia hacia lo desconocido y horrible, la brutalidad de la guerra o las consecuencias horrorosas tras el fin de la contienda. Son fascinantes los capítulos donde los soldados narran los hechos que llevan a su propia muerte, relatada, reitero, en primera persona. Es un libro que se puede leer decenas de veces si se quiere seguir la vida de todos los personajes porque muchos de ellos salen en más de un capítulo, añadiendo cada uno pinceladas a los mismos. Por ejemplo, el capitán Matlock: tiene su propio capítulo donde vemos su psicología, en otro capítulo un soldado narra su muerte, en otro unos soldados hablan de él ya muerto y ya en la posguerra, un excombatiente relata el encuentro de ambos por la calle invitándole el soldado a cenar. También hay espacios para el humor negro. Y los hay que se salvan. Por pura estadística.
El estilo contenido, cercano a la ataraxia, es sobrecogedor y consigue lo que se propone, remover conciencias, porque se aleja de cualquier tipo de exageración o efectismo. March pone mucha distancia con los hechos y consigue indignarnos o emocionarnos más aún. No hay impostura. Hay conocimiento. Se huele la cercanía del sufrimiento narrado. Por eso tardó muchos años en acabarla. Por eso March se mete en el primer capitulo donde un excombatiente habla con su mujer sobre su recién acabado libro de vivencias de la guerra.
Compañía K es por todo ello el mejor libro de guerra antibélico que he leído. Y creo que volveré a leerlo. Para no olvidar.
Apunto esta lectura entre las pendientes. De lo que he leído de la Gran Guerra lo más impactante me ha parecido el inicio de Viaje al fin de la noche, de Céline. Es realmente demoledor, cómo una conciencia moderna se enfrenta a una guerra bárbara. No sé si lo has leído, imagino que sí, pero parece estar en la línea de esta obra que comentas.
ResponderEliminarSaludos
Hola Ehrengard efectivamente, iba a poner una mención a Celine porque, salvando los estilos, el mensaje es similar. Qué libro, Viaje al fin de la noche. Y si lo puedes leer en frances es todo un festín. Saludos
EliminarMmmmmmmmmmmm.... esto suena de cojones!!!
ResponderEliminarAltamente recomendable, pillatelo como estadista.
EliminarCreo que va a ser, si no lo es ya, uno de los mejores títulos del año; así, a la chita callando, la gente que lo lee le gusta mucho.
ResponderEliminarHola Carlos. Efectivamente, va para gran descubrimiento. Un bravo para Libros del Silencio. Saludos
EliminarHola Malatesta, soy PAB de vuelta... Tierra llamando al Planeta Perdido.
ResponderEliminarSupongo que este libro, que seguro que es bueno, es la punta de lanza de la que nos va a caer encima en par de años, alrededor del 28 de julio de 2014, en la que surgirán sobre la Gran Guerra, y como hongos tras lluvia, miles de libros, películas, páginas de internet (amén de teorías conspirativas, leyendas urbanas), en su mayoría plagadas de errores históricos y superficialidad, que crearán una multitud de expertillos temporales. Steven Spielberg, que es muy listo, ya se ha adelantado con la película Caballo de batalla.
Personalmente recomiendo el libro La Primera Guerra Mundial de Martin Gilbert, lo compré hace unos 8 o 9 años, y he visto que sigue por las librerías (no está descatalogado).
Sobre el estrés postraumático de los soldados, os recomiendo el documentas "El buen soldado", lo emitieron el otro día en la 2, en Documento TV, aquí el enlace:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-buen-soldado/1432826/