"The waiting drove me mad, you are finally here and I'm a mess" (Pearl Jam)
Gran Dave: Te he sacado la entrada para el Rock Wechter, para Pearl Jam. Se que te alegrarás, aunque ahora te cagues de miedo. No me des las gracias.
Tirso: ¿Cómo? Pero ¿cuanta gente va para allá?
Gran Dave: Unas 85 000 pero tranquilo que esta todo muy bien organizado. Además, Pearl Jam, desde lo que pasó en Roskilde no va a actuar en un festival que no tenga la seguridad garantizada. Sé que te alegrarás, aunque ahora te cagues de miedo. No me des las gracias. Ya me pagarás.
Pues sí. Nunca había estado en un concierto de Pearl Jam y nunca había ido a un macrofestival. Era uno de esos sueños que son eso, sueños y no se hace ningún esfuerzo por hacerlo realidad. 29 de junio.Tenía la entrada desde enero. La neurosis debido a mi claustrofobia y agorafobia empezó poco a poco, con cada semana que pasaba imágenes de masas atrapadas iban ganando mi mente, de manera gradual, un poquito por aquí y un poquito por allá llegando al paroxismo la semana previa al concierto, donde alcanzó el excelso rango de monotema.
Sufridora: "Estas muy pesado, Tirso, si tanto miedo te da no vayas pero por favor no me hables más del tema".
Me aprendí el mapa del Wechter de memoria para localizar las salidas de emergencia, acabé con la paciencia de mis amigos sobre mis miedos a las masas, especialmente del Gran Dave y Lady Diana, que con sarcasmos para hacerme reir recordaban en el coche sus peripecias en macroconciertos donde a pesar de empellones y bloqueos nunca les había pasado nada (que si Oasis en Hyde Park con 120 000 personas etc...) temas que me "enervaron" más aún, hasta que nos adentramos en la Flandes campestre camino de Werchter, cuya flora y olor a vaca me distrajeron por un tiempo. Aparcamos y nos pusimos a dirigirnos al festival. De repente una visión me dijo que no nos pasaría nada y que sería una noche Legen... wait for it... Dary...
Qué emoción cuando me pusieron la pulsera, de hecho, no me la he quitado aún.
- Joder Tirso, con lo viejo que eres ya...
El recinto era enorme y la gente sabiamente distribuida entres los escenarios, los puestos de comida, ocio...
...hasta que me topé con la tienda de todas las tiendas... the tee shirt shop. Y cayó la de la gira, sí señor.
25 euros, alstublieft. Tampoco me la he quitado en unos pocos días.
Vayamos a la música. Antes, decir que en un festival lo menos importante para la mayoría es la música. Borrachetes, intento de ligar, gente durmiendo en el suelo frente a los escenarios rodeados de gente... duras son las pruebas a las que se nos someten a los amantes de la música... pero grande es también la satisfacción. Después de todo mi puñetero miedo, jamás tuve sensación de agobio. Todo estaba perfectamente organizado: vallas, personal de seguridad y ese temperamento lacio de los noreuropeos.
Gossip lo partió, vale que todas las canciones son iguales pero Beth Ditto es la Monserrat Caballé del indie.
dEUS, el grupo de rock belga por antonomasia, dio un concierto espléndido y a Lana del Rey fuimos a verla por el rollo de decir que la habíamos visto. Aguantamos una canción, tenía puesta una mantilla y venía acompañada de un cuarteto de cuerda.¿ La voz? pues de lejos no estaba mal. ¿El estilo?, un poco trascendente para nosotros y para un festival de cerveza y manta en el suelo. Una pena, el personaje ha matado su música, Video Games es un temazo. De todas formas nos fuimos porque teníamos una cita con... Mister Jack White.
Mister Jack White... de traje negro y sombrero blanco, de porte señorial, con cara de dandy enterrador timburtoniano y acompañado de una banda apabullante de musicazos, nos deleitó durante más de una hora con temas propios, de los White Stripes y de los Raconteurs.
Una maravilla mezcla de rock, punk, blues... una compilación de la mejor música americana. Y qué guitarrista...sacando unos sonidos que jamás había oído... Cuando Jack White toca la guitarra, el diablo nos sonríe.
Tras unas patatas fritas, la noche llegó. El nerviosismo empezó a recorrerme y no debido a las masas sino al encuentro con mi propia historia y segunda juventud jalonada de canciones de Pearl Jam.
Mis colegas se adentraron en la marabunta que, si no inquietaba de manera objetiva, conforme andábamos iba "achicando espacios" hasta que me quedé clavado bajo uno de los pilares que sostenían unos altavoces imponentes donde podía contar con un perímetro de espacio suficiente que me proporcionaba una aparente calma. Perdí de vista a mi grupo pero mande un sms al Gran Dave explicando donde estaba y donde nos veríamos tras el concierto.
Y Pearl Jam aparecieron... los ví de lejos como el tamaño de mi mano pero qué emoción, menos mal que los monitores cumplieron a la perfección con su cometido de acercarnos a los músicos.
Eddie Vedder apareció con una botella de vino y brindó frente a nosotros comenzando sin calentar con "do the evolution"... qué tralla por favor.
La gente empezó a dar botes y a animarse nada más empezar contagiados por la energía de Vedder y la banda. La voz de Vedder sonó potente durante todo el concierto aunque al final le costaran los agudos algo más de lo normal.
No importaba, lo dio todo. Recorrió el escenario, se bajó a repartir panderetas en mitad de "keep on rockin' in the free world" y cantó con ganas de pasarlo bien dirigiendose a nosotros en múltiples ocasiones.
Y tema tras tema, hit tras hit, fui recordando mis últimos quince años, desde que descubrí musicalmente (tarde) este grupo hasta hoy, su compañía, su apoyo, su energía en tiempos duros, el regocijo... Son tantos sus temas que me han sanado por dentro que enumerarlos sería largo y tedioso. De pronto me di cuenta que tenía que escuchar este concierto solo, para hacer balance, para encontrarme con mi pasado cada vez más extenso
Jeff Ament no paró de dar saltos pero para estrella del rock Mike Mc Cready... qué guitarrista... sus solos en "Evenflow" y "Alive" no creo que los olvide nunca.
A pesar de un imbécil que por poco provoca una pelea a mi lado, un idiota que se puso a cantar cerca de mi todas las canciones y unos niñatos jugando a hacer crowdsurfing, la comunión con el público como masa fue excepcional. Escuchar gritar el estribillo de "the Fixer" o "Alive" a casi 60 000 personas fue muy emocionante. Junto a temas más cañeros, la voz de Vedder en baladas como "Daughter" o la simplísima versión de "Just Breathe" (él con su guitarra) nos puso a todos con el corazón en un puño.
Y así nos dejaron...
Por poner un pero, acabar como hacen siempre con "Yellow Ledbetter" cuando justo has tocado "Alive" y estás en apoteosis con el público... es un poco extraño, pero grandioso concierto que me acompañará siempre. Nos fuimos a casa de madrugada derrengados pero a las pocas horas me levanté con una energía renovada.
Aún sigo en Rockwerchter.
Gracias Dave, grande una vez más.
Y gracias, claro, a Pearl Jam por darnos tantas canciones formadoras.
Volveré.
- Joder Tirso, con lo viejo que eres ya...
El recinto era enorme y la gente sabiamente distribuida entres los escenarios, los puestos de comida, ocio...
...hasta que me topé con la tienda de todas las tiendas... the tee shirt shop. Y cayó la de la gira, sí señor.
25 euros, alstublieft. Tampoco me la he quitado en unos pocos días.
Vayamos a la música. Antes, decir que en un festival lo menos importante para la mayoría es la música. Borrachetes, intento de ligar, gente durmiendo en el suelo frente a los escenarios rodeados de gente... duras son las pruebas a las que se nos someten a los amantes de la música... pero grande es también la satisfacción. Después de todo mi puñetero miedo, jamás tuve sensación de agobio. Todo estaba perfectamente organizado: vallas, personal de seguridad y ese temperamento lacio de los noreuropeos.
Gossip lo partió, vale que todas las canciones son iguales pero Beth Ditto es la Monserrat Caballé del indie.
dEUS, el grupo de rock belga por antonomasia, dio un concierto espléndido y a Lana del Rey fuimos a verla por el rollo de decir que la habíamos visto. Aguantamos una canción, tenía puesta una mantilla y venía acompañada de un cuarteto de cuerda.¿ La voz? pues de lejos no estaba mal. ¿El estilo?, un poco trascendente para nosotros y para un festival de cerveza y manta en el suelo. Una pena, el personaje ha matado su música, Video Games es un temazo. De todas formas nos fuimos porque teníamos una cita con... Mister Jack White.
Mister Jack White... de traje negro y sombrero blanco, de porte señorial, con cara de dandy enterrador timburtoniano y acompañado de una banda apabullante de musicazos, nos deleitó durante más de una hora con temas propios, de los White Stripes y de los Raconteurs.
Una maravilla mezcla de rock, punk, blues... una compilación de la mejor música americana. Y qué guitarrista...sacando unos sonidos que jamás había oído... Cuando Jack White toca la guitarra, el diablo nos sonríe.
Tras unas patatas fritas, la noche llegó. El nerviosismo empezó a recorrerme y no debido a las masas sino al encuentro con mi propia historia y segunda juventud jalonada de canciones de Pearl Jam.
Mis colegas se adentraron en la marabunta que, si no inquietaba de manera objetiva, conforme andábamos iba "achicando espacios" hasta que me quedé clavado bajo uno de los pilares que sostenían unos altavoces imponentes donde podía contar con un perímetro de espacio suficiente que me proporcionaba una aparente calma. Perdí de vista a mi grupo pero mande un sms al Gran Dave explicando donde estaba y donde nos veríamos tras el concierto.
Y Pearl Jam aparecieron... los ví de lejos como el tamaño de mi mano pero qué emoción, menos mal que los monitores cumplieron a la perfección con su cometido de acercarnos a los músicos.
Eddie Vedder apareció con una botella de vino y brindó frente a nosotros comenzando sin calentar con "do the evolution"... qué tralla por favor.
La gente empezó a dar botes y a animarse nada más empezar contagiados por la energía de Vedder y la banda. La voz de Vedder sonó potente durante todo el concierto aunque al final le costaran los agudos algo más de lo normal.
No importaba, lo dio todo. Recorrió el escenario, se bajó a repartir panderetas en mitad de "keep on rockin' in the free world" y cantó con ganas de pasarlo bien dirigiendose a nosotros en múltiples ocasiones.
Y tema tras tema, hit tras hit, fui recordando mis últimos quince años, desde que descubrí musicalmente (tarde) este grupo hasta hoy, su compañía, su apoyo, su energía en tiempos duros, el regocijo... Son tantos sus temas que me han sanado por dentro que enumerarlos sería largo y tedioso. De pronto me di cuenta que tenía que escuchar este concierto solo, para hacer balance, para encontrarme con mi pasado cada vez más extenso
Jeff Ament no paró de dar saltos pero para estrella del rock Mike Mc Cready... qué guitarrista... sus solos en "Evenflow" y "Alive" no creo que los olvide nunca.
A pesar de un imbécil que por poco provoca una pelea a mi lado, un idiota que se puso a cantar cerca de mi todas las canciones y unos niñatos jugando a hacer crowdsurfing, la comunión con el público como masa fue excepcional. Escuchar gritar el estribillo de "the Fixer" o "Alive" a casi 60 000 personas fue muy emocionante. Junto a temas más cañeros, la voz de Vedder en baladas como "Daughter" o la simplísima versión de "Just Breathe" (él con su guitarra) nos puso a todos con el corazón en un puño.
Y así nos dejaron...
Por poner un pero, acabar como hacen siempre con "Yellow Ledbetter" cuando justo has tocado "Alive" y estás en apoteosis con el público... es un poco extraño, pero grandioso concierto que me acompañará siempre. Nos fuimos a casa de madrugada derrengados pero a las pocas horas me levanté con una energía renovada.
Aún sigo en Rockwerchter.
Gracias Dave, grande una vez más.
Y gracias, claro, a Pearl Jam por darnos tantas canciones formadoras.
Volveré.
Tirso, repetir repetirás, pero entre líneas y entre fotos, se lee lo irrepetible.
ResponderEliminarTienes razón, nunca será igual.
EliminarGrande Tirso. Escrito con el corazon. Keep on rocking in the free world. 1abrazo.
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