No sé si Chuck Palahniuk escribe bien en el sentido canónico del escritor con capital letters pero hace que te leas sus libros en cualquier situación. No es barroco, ni clásico, ni moderno ni mucho menos posmoderno ni nada de eso. Palahniuk es charcutero, provocador, irreverente. Pero bajo esta perspectiva feísta, efectista y de claro gusto por lo desagradable y el tabú, tenemos un escritor clarividente, intuitivo a la hora de diseccionar la sociedad americana, esa que conocemos incluso mejor que la nuestra. Y encima, nos propone temas de reflexión.
El argumento de Snuff son las peripecias de tres actores porno, un profesional y dos amateurs (los actores 600, 137 y 72) durante el rodaje de un gang bang con cifras de record, teniendo como objeto una actriz icónica de ese submundo. Cada uno tiene distintos motivos para estar allí, todos relacionados con dicha actriz. Además, la coordinadora del rodaje poco a poco va adquiriendo cada vez más importancia. Bajo este escenario sórdido se tratan temas muy interesantes porque nada es lo que parece en realidad: la filiación, la identidad y la venganza. Además, muestra que debajo de los iconos sacrosantos del star system de hollywood había muchos episodios desagradables.
Lo sublime es el barniz de lo sórdido.
Joder, esta frase te ha quedado de miedo...
Desde un punto de vista técnico, la novela es muy interesante: monólogos interiores de grandes confesiones psicologícas, donde Palahniuk lleva al paroxismo su gusto por los temas prohíbidos, dialogos brillantes, reflexiones sorprendentes y un giro final sobre el actor 600 y la coordinadora del rodaje, que no desvelaré para no estropear la posible lectura de este artefacto chocante, divertido y serio a la vez, que esconde mucho más de que lo aparentemente muestra.
La gran maestría de Palahniuk reside en el control total que tiene de sus personajes, que van evolucionando a lo largo de las páginas, mostrando su verdadera naturaleza ante un lector que no puede hacer otra cosa que leer.
La gran maestría de Palahniuk reside en el control total que tiene de sus personajes, que van evolucionando a lo largo de las páginas, mostrando su verdadera naturaleza ante un lector que no puede hacer otra cosa que leer.
Un pero apriorístico: sólo he leido este libro de Palahniuk pero creo que su estilo puede provocar cierta indigestión. Pero para eso está la tónica.
Otro pero: Palahniuk surge en la cultura bienpensante y dominante WASP de su país. Es normal que con el puritanismo tontorrón surjan escritores de este calibre. Nosotros en la vieja Europa, más vieja y por tanto serena, tenemos a Houellebecq. Y creo que ganamos.
Otro pero: Palahniuk surge en la cultura bienpensante y dominante WASP de su país. Es normal que con el puritanismo tontorrón surjan escritores de este calibre. Nosotros en la vieja Europa, más vieja y por tanto serena, tenemos a Houellebecq. Y creo que ganamos.
Me gustó mucho Asfixia. Mi intención era seguir con esta novela. Sólo con saber de su argumento uno puede atisbar la provocación aparentemente facilona con la que funciona Pahlaniuk. Los que hemos tenido la suerte de leerlo sabemos que sacará mucho partido de lo más bajo.
ResponderEliminarTu reseña me provocan más ganas de leer esta novela. Veremos...
Lo has clavado: aparentemente facilón es Palahniuk. Volveré a él pero cuando pase un tiempo. Saludos
ResponderEliminarTirso, aprovecho para comentarte que en La Madeja que estoy empezando (parece una frase de mi abuela cuando hacía croché) reconozco hasta los bares. Creo que me lo voy a pasar bien. Un saludo.
ResponderEliminarEnhorabuena. No pude soltarla.
ResponderEliminarNo encuentro algun correo donde escribirte. Te paso el mio: tirso.malatesta@gmail.com
EliminarGracias!