viernes, 1 de julio de 2011

Malditos niñatos

Malastestianos, tras mi último post sin palabras, como las romanzas, prosigo con mi apología de Españistán pero ahora con la obrá gráfica que relata las tribulaciones de un cani catalá que recorre el reino de Españistán para acabar con su hipoteca abusiva. 



El final es apoteósico y el camino está plagado de personajes memorables que muestran lo peor de nuestro país: funcionarios kafkianos, enchufados, mileuristas, investigadores abandonados, banqueros demoníacos, sacerdotes intransigentes, políticos impotentes, artistillas peseteros... que al cómic le sobra mala uva... que podría haber modificado un poco más los nombres... que podria ser un poco menos maniqueo...los españolitos no nos merecemos menos señores. Y todo ello siguiendo, como su autor señala, el esquema del Señor de los Anillos con una épica sin esperanza alguna.... no he encontrado obra alguna que refleje tanto el sentir de los españoles afectados por la crisis.  

Larga Vida a Jordí Saló, un jovenzuelo, un niñato vamos, nacido en 1983... y ya capaz de afirmar en el epílogo cosas así: "podemos apreciar como, mientras la clase media nos recreabamos en el hedonismo low-cost, la élite en el poder se afanaba en afianzar su dominio sobre nuestras vidas, hasta consolidar una suerte de neo-feudalismo disfrazado de capitalismo meritocrático".



Y otro monstruo, nacido en 1982, al que me quiero referir es a Bradford Cox líder de Deer Hunter, banda que ha grabado uno de los mejores discos de los últimos años, Alcyon Digest.



Este monstruo de uno noventa y aquejado de una enfermedad degenerativa es todo talento musical. En Alcyon Digest tenemos música no apta para incultos sin ser densa, compuesta de canciones  llenas de referencias de estilos muy diversos que recorren todas las décadas del rock, de los 50 a la actualidad. Muy recomendable para amantes de la música indie que no podrán dejar de oirlo. Deer Hunter son profundos conocedores de la música y no pecan de grandilocuentes o pedantes sino de todo lo contrario; la enfermedad de Cox les hace no tomarse en serio y se puede sentir una gran madurez y una solidez sin ínfulas  en canciones como Revival, Memory Boy, Don't Cry o  Fountain Stairs.







Parece mentira, malditos chavales, estos críos, estos niñatos me hacen sentir viejuno.







5 comentarios:

  1. Malatesta, los "niñatos" están a punto de cumplir los treinta. Podrían estar casados y tener tres hijos. A ver si el niñato vas a ser tú...

    Anónimo III

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  2. ¿Menos de treinta, casado y con tres hijos, de qué siglo me estas hablando, Roque?

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  3. A ver, me echaron del colegio con dieciséis años. Como no valía para estudiar no hice ni Bachillerato ni FP. Además, como en esa época en la obra pagaban bien, me metí a paleta ganando 50 euros por peonada, más lo que sacaba haciendo chapuzas por las tardes y algún fin de semana. Luego me metí a pintor con mi tío, que pagaban mejor. Aunque dependía de la época, acabé ganando unos 2.000 euros al mes, mucho en negro. Vivía en casa de mis padres, así que todo lo que ganaba lo ahorraba. Luego, además, tuve suerte: me tocó una VPO en uno de los sorteos del Ayuntamiento.

    Con 20 años llevaba 4 trabajando y tenía una casa. Yoli y yo decidimos casarnos. Ella trabaja en la peluquería de su madre también desde los 16, pero cobrando sueldo, así que teníamos ahorrado bastante. Eso, más lo que sacamos en la boda, que fue un pico.

    Con 22, mientras tú aún no habías acabado tu carrera, yo ya tenía un niño, mi Roque. Luego vinieron las dos hembras: Yolanda y Lucía. Se llevan 3 y 5 años con el mayor.

    Insisto (y añado calificativo final), a ver si el niñato vas a ser tú, burguesete...

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  4. Ah, eso era antes de la crisis ¿no? Ah, qué tiempos aquellos...donde todo el mundo se creía rico.

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  5. Ay, esto de Españistán es buenísimo!!!

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